Rima XXXIX

 Rima XXXIX

 No digáis que agotado su tesoro,
 de asuntos falta, enmudeció la lira;
 podrá no haber poetas;
 pero siempre habrá poesía.

 Mientras las ondas de la luz al beso
 palpiten encendidas,
 mientras el sol las desgarradas nubes
 de fuego y oro vista,

 mientras el aire en su regazo lleve
 perfumes y armonías,
 mientras haya en el mundo primavera,
 ¡habrá poesía!

 Mientras la ciencia a descubrir no alcance
 las fuentes de la vida,
 y en el mar o en el cielo haya un abismo
 que al cálculo resista,

 mientras la humanidad siempre avanzando
 no sepa a dó camina,
 mientras haya un misterio para el hombre,
 ¡habrá poesía!

 Mientras se sienta que se ríe el alma,
 sin que los labios rían;
 mientras se llore, sin que el llanto acuda
 a nublar la pupila;

 mientras el corazón y la cabeza
 batallando prosigan;
 mientras haya esperanzas y recuerdos,
 ¡habrá poesía!

 Mientras haya unos ojos que reflejen
 los ojos que los miran,
 mientras responda el labio suspirando
 al labio que suspira,

 mientras sentirse puedan en un beso
 dos almas confundidas,
 mientras exista una mujer hermosa
 ¡habrá poesía!


 De Rimas. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

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